Durante la celebración del Día de Muertos en México es muy común que en hogares, escuelas y lugares de trabajo se monten ofrendas o altares con alimentos para dar la bienvenida a las almas que regresan a la tierra.
En estos altares compuestos de varios niveles se colocan los platillos preferidos de los difuntos, flores, retratos, algunos dulces y calaveritas.
La ofrenda es una forma de recordar y honrar a quienes ya no están.
¿Qué hacer con la comida del altar del Día de Muertos?
El decidir comer los alimentos de la ofrenda puede variar entre las familias.
Algunos personas consideran que comer los alimentos puede ser una falta de respeto hacia los difuntos, ya que se cree que pueden absorber la esencia y el sabor de la comida.
Incluso, algunos expertos han reaccionado a esas creencias y señalan que no hay problema en ingerir los alimentos, siempre y cuando se mantengan en buen estado.
Algunos platillos típicos si requieren refrigeración y puede que no sea seguro su consumo tras estar expuestos durante días.
En contraste, elementos como calaveritas de azúcar y frutas suelen ser aptos para el consumo.
Lo ideal sería que los alimentos del altar se consuman luego de la visita de las almas, es decir, a partir del 3 de noviembre.
Ese día marca el final de la festividad y es cuando muchas familias deciden disfrutar de la comida.
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