Creo que tenía muchísimo tiempo de no ver una animación tan bonita en la que su historia es de aquellas que vas a salir de la sala de cine y la tendrás presente por mucho tiempo. En ella conocemos a un solitario perrito que de un momento a otro siente la necesidad de compañía y es por ello que se hace de un robot, el cual en poco tiempo se convertirá en su mejor amigo, pero un suceso inesperado fracturará involuntariamente esa amistad que se verá marcada por el paso del tiempo en un intento por tener paciencia para retomar lo que el destino puso en pausa.

“Mi amigo Robot” es una cinta animada, dirigida por Pablo Berger que sigue la historia de Dog, un perro solitario que, de todos modos, lleva una vida tranquila en el Manhattan de los años 80. Un día cualquiera, Dog encarga un robot de un canal de ventas de televisión y lo ensambla, dándole vida a un amigo amable, fuerte y flexible con una gran sonrisa y ojos increíblemente expresivos. Su vínculo instantáneo y honesto les permite disfrutar juntos de un verano inolvidable al ritmo del funky de Earth, Wind & Fire, solo para separarse involuntariamente en la playa después de un día de travesuras bajo el agua. Incapaz de encontrar una manera de llevarse a Robot a casa con él, Dog deja atrás a su querido amigo. Pero después de innumerables esfuerzos fallidos por volver a conectarse, Dog intenta encontrar nuevos amigos, mientras que Robot no tiene más remedio que soñar con situaciones más ideales.

Lo que sin duda atrapa por completo de esta película es la enorme emotividad que sus personajes desprenden, pero aún más atractivo es el saber que estamos ante una cinta en la que no existen diálogos, solamente ese juego de miradas y acciones que nos llevan a sentir el difícil momento por el que pasa este par de amigos que el destino les hará entender y valorar el apoyo, el amor y la lealtad que tendrán a su lado para saber que si bien los finales pueden no ser como nos los esperamos, si pueden llegar a ser felices por el simple y sencillo hecho de saber apreciar los regalos que la misma vida nos da con nuevas personas o seres que están a nuestro lado para sanar el dolor que pasamos en el ayer.