La esperanza de que vendrán tiempos mejores trabajan quienes pertenecen al sector restaurantero. Al mal tiempo buena cara, enfrentar los retos con optimismo, y en esa actitud trabaja se desempeña el señor José Madrigal Avalos con 30 años de experiencia en el ramo siempre con asiento en el Centro Histórico.
Lejos de claudicar, se crece al castigo y mueve sinergias, en primer término: citó a reporteros de El Dictamen el mejoramiento a fondo del mobiliario y demás espacios de los locales en el afán de recuperar el atractivo de una zona de gran tradición; pero que por falta de suficiente promoción quedó rezagada de otras ofertas abiertas en la conurbación Veracruz-Boca del Río.
En el caso concreto del entrevistado recomendó a sus colegas la conveniencia de asumir prudencia al momento de aplicar tarifa vigente pensando en que será preferible ganar poco favoreciendo la conservación de clientes, empleos y proyectar buena imagen de Veracruz como destino turístico donde las familias pueden disfrutar de mar, playa, comida, hospedaje y calidez en el trato con acceso a todos los bolsillos. Aquí caben asalariados y otros usuarios de altos ingresos.
Restauranteros activan preparativos para Semana Santa
En todo programa de naturaleza comunitaria se requiere el cumplimiento de compromisos que a cada quien les corresponde: los prestadores de servicios, en opinión de Madrigal Avalos, calidad del producto visto de manera integral, mientras a la autoridad, hablamos de los temas de competencia municipal, ejercer efectivo control del personal encargado de parquímetros y patrulleros convertidos en los principales elementos que ahuyentan a los interesados en disfrutar el ambiente del primer cuadro de la ciudad.
Preferible, comentan afectados, avanzar un poco al sur, donde el ambiente resulta amigable.
Al abundar en el tema de la operación vehicular, mencionó reiteradas protestas de automovilistas que son detenidos porque olvidaron accionar una luz direccional y sobre la marcha les aplican suma de infracciones al reglamento que implica costo de la maniobra de grúa, aliento alcohólico, una situación que raya en franca hostilidad que contribuye a desalentar a quienes aún se interesen por la parte antigua de la ciudad y puerto.
Urge medida emergente, “echarle montón”, empresarios y gobierno para reactivar el corazón de Veracruz.
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