En la entrega anterior me referí al concepto “economía circular”, estrechamente relacionado con el marco teórico en el cual se sustenta el desarrollo sostenible. Recibí algunos comentarios, los cuales agradezco profundamente, de lectores interesados en conocer más sobre el tema y aun cuando no soy economista de profesión abundo en el tema con gran gusto porque uno de mis grandes objetivos es lograr a través de todos los medios posibles la preservación de las riquezas naturales de nuestro planeta.
La economía circular es una corriente de pensamiento que surge en oposición a las consecuencias medioambientales producidas por la “economía lineal”, modelo económico de producción que prevalece en la economía global y que consiste en el uso de recursos naturales para transformarlos en diferentes satisfactores, comercializarlos, ser usados por el consumidor y desecharlos cuando supuestamente terminaron con su vida útil. Este modelo tiene consecuencias de alto impacto a nivel ambiental y social como pueden imaginar.
El sistema económico que predomina actualmente es diametralmente opuesto al ciclo de vida de la naturaleza, observemos que en él no existen ni basura ni vertederos, todos los elementos que la conforman cumplen una función de manera continua y son reutilizados para su aprovechamiento en diferentes etapas. Tomando el símil de la vida natural, la “economía circular” busca aprovechar los recursos naturales desde el primer momento en que son tomados del medio ambiente apostando a la reutilización permanente de los elementos; se basa en dos principios fundamentales: mantener el valor de los productos en la economía el mayor tiempo posible y minimizar la generación de residuos.
La economía circular busca utilizar en sus procesos productivos el mayor número posible de materiales biodegradables para que puedan volver a la naturaleza sin causar daños en el medio ambiente al agotar su vida útil; busca generar un círculo virtuoso donde ningún recurso se desperdicie, donde los residuos dejen de ser agentes contaminantes y pasen a ser las nuevas materias primas. En los casos en los que no sea posible utilizar estos materiales, como es el caso, por ejemplo, de ciertos componentes electrónicos, el objetivo será separarlos asertivamente para darles una nueva vida reincorporándolos al ciclo de producción a través del diseño de una nueva pieza.
De acuerdo a los teóricos de la economía circular existen algunos rasgos distintivos que definen su funcionamiento, entre ellos mencionamos que los residuos biodegradables de un producto vuelven a su origen para convertirse nuevamente en productos, y aquellos que no son biodegradables se transforman para ser reutilizados; es obligatorio como parte toral del modelo reciclar los materiales residuales; se elimina el uso de combustibles fósiles para dar paso a energías producidas de fuentes renovables; y en el proceso productivo se consideran todos los posibles impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto.
En el modelo de la economía circular el interés social y medioambiental es el eje que hace girar la producción, siguiendo el ejemplo del ciclo de vida de la naturaleza todo se reusa por lo que los precios se reducen ya que para las compañías es más rentable reutilizar permanentemente los recursos que crearlos desde cero, como consecuencia son obvios los beneficios tanto para productores como para consumidores; se trata de un modelo diferente de producción.
Como es posible observar, la economía circular propone un cambio radical en la organización económica, industrial y comercial contemporánea, se asocia con la economía de la funcionalidad, el ecodiseño, el reuso, la remanufactura, la reparación, nuevos modelos de negocio, la valorización de los recursos naturales; en síntesis, se centra en priorizar el binomio innovación-desarrollo sustentable, entrando en el juego de un ciclo de vida circular.
El concepto economía circular es reciente y le queda un largo camino a recorrer, sin embargo ya se encuentra actualmente posicionado en el centro de las discusiones para alcanzar nuevas estrategias de desarrollo por parte de los gobiernos a nivel global. Finlandia mantiene el liderazgo en el impulso a estos principios económicos relacionados con el medio ambiente a través del programa “Leadying the Cycle-Finish Road Map to a Circular Economy 2016-2025”, varios países de la Unión Europea, así como Japón, China y Estados Unidos también trabajan en la adopción de un paquete de economía circular que incluye propuestas legislativas para promover la economía circular en ciertas cadenas de valor.
Esperamos pronto encontrar eco en los inversionistas nacionales con objeto de ir girando hacia una economía circular que nos garantice mayor sustentabilidad de nuestros recursos naturales.