El testigo protegido o el colaborador es una figura peligrosa que, si bien está establecida en el Código Nacional de Procedimientos Penales, puede llevar a proceso injustamente a gente inocente, advirtió Gilberto Farías Morales, presidente del Colegio Nacional de Abogados Penalistas AC.

Su análisis se da luego de la publicación del diario Reforma en el sentido que un testigo protegido de la Fiscalía General de la República (FGR) señaló al jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch, por presuntamente haber recibido dinero del grupo criminal “Guerreros Unidos” en 2014 para permitirle a este grupo el trasiego de droga en Guerrero.
Al respecto, el jurista veracruzano subrayó que el testigo protegido y el colaborador es una figura jurídica muy peligrosa establecida en el Código Nacional de Procedimientos Penales, a través de la cual se puede llevar a proceso injustamente a gente inocente.
Destacó que se puede dañar su vida, su reputación, su carrera y profesión causándole además un descrédito social, un daño moral y familiar.
Testigo protegido podría ser perjudicial en un proceso legal: abogado
Consideró lamentable que las fiscalías estén utilizando esta figura establecida en la ley para favorecer a unos y perjudicar a otros.
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“En mi opinión personal, este derecho genera impunidad y demuestra la incapacidad de las instituciones y del estado mexicano en la investigación y persecución del delito”, puntualizó el abogado honoris causa por las universidades Bonagens y Américan Internacional School of Law.
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