Miguel Ángel Cortés
Misterio, magia y hasta miedo por parte de algunas personas es lo que se respira cada primer viernes del mes de marzo en el municipio de Catemaco, Veracruz, pueblo sumamente conocido por su tradicional práctica de la brujería y la herbolaria.
Este 2018, la celebración del primer viernes de marzo en Catemaco inició con una misa negra a cargo del brujo mayor Enrique Marthen Berdón, la cual se celebró en la colonia El Paraíso 2, tan sólo a ocho minutos del centro del municipio.
El ritual empezó un poco después de las diez de la noche con la acostumbrada quema del pentagrama y la degollación de un chivo de más cien kilos, del cual fue utilizada su sangre para hacer un pacto divino con el Señor del Encanto, el diablo, a quien los asistentes pidieron desde salud, amor, dinero, trabajo, hasta la realización de un daño en contra de ciertas personas.
Durante el rito se sacrificaron en total diecisiete gallos y se contó con la presencia de cerca de cuarenta chamanes entre locales y foráneos.
En otros puntos de la región, como la Laguna Encantada, también se realizaron misas negras por diferentes brujos de la región. Al lugar arribaron decenas de personas de los municipios más cercanos, como Catemaco, San Andrés Tuxtla y Santiago, así como turistas de estados como Oaxaca, Guadalajara, Chiapas, Estado de México, Tlaxcala, Puebla, Ciudad de México y diversas ciudades de la entidad veracruzana.
Cabe destacar que la celebración del primer viernes de marzo se realiza para recibir el equinoccio de primavera y marcaba el inicio del año nuevo olmeca, por esta razón hechiceros, chamanes, curanderos y brujos de la región de Los Tuxtlas, pero sobre todo de Catemaco, se dan a la tarea de realizar estos rituales para refrendar sus pactos y votos. Esta celebración incluye tanto a quienes practican la magia negra como la magia blanca.
Generalmente es el jueves por la noche, antes de recibir el primer viernes del mes, cuando se realiza la misa negra, pues durante los días viernes y sábado los brujos se dedican a purificarse con rituales de magia negra. Durante estos días, los diversos chamanes ofrecen limpias gratuitas a todos aquellos habitantes de la región y los turistas que deseen sacarse toda la vibra negativa que van cargando.
El primer viernes de marzo es el pretexto perfecto para empaparse de todo lo que tiene para dar Catemaco y Los Tuxtlas, que muestra al mundo el misterio que engloba la celebración de los brujos de esta región, pero que además da cuenta de su bella naturaleza, su rica gastronomía y la calidez de su gente, que cada año espera la visita de miles de foráneos que hacen de este festival una tradición muy importante para el municipio catemaqueño a nivel económico y cultural.
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