-Cada 15 días los comerciantes mejoraban sus ingresos
-Desde venta de gorras, camisetas hasta los volovanes y botanas
“Todos salimos perdiendo con la salida del equipo Tiburones Rojos de Veracruz ” dijo Gustavo Díaz, comerciante cuyos ingresos mejoraban de manera sustancial cada 15 días con el desarrollo de los partidos de primera división. Beneficios compartidos por una gama muy amplia de vendedores ambulantes locales y gente que solía acompañar a los equipos, creaban el ambiente de un círculo virtuoso donde los satisfactores económicos quedaban diversificados. Agregaban expendedores de gorras, camisetas, muchos detalles promocionales, procedentes del altiplano.
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En ese escenario, el entrevistado citó a los revendedores de boletos, quienes con el tiempo lograron habilidad de tal grado que sacaban utilidades hasta de los pases de cortesía, sin faltar oportunidades ” chachareo ” presentadas de último momento, por la ausencia de invitados y el poseedor accedía al remate, a la mitad del costo original. De allí obtenían ganancias variables del 30 al 100 %, dependiendo de la capacidad de negociación activada. Mención especial de los comerciantes ya en el interior del estadio, desde las cervezas hasta los volovanes pasando por cacahuates, botanas de queso, nieve, tortas, tacos; nadie salía con las manos vacías.
Lástima, subrayó Gustavo Díaz, la acumulación de errores de quien fue dueño del equipo Fidel Kuri Grajales, lo llevó al descalabro, perdió dinero y en ese juego perverso arrastró a la población. De nueva cuenta nos quedamos tristes, los veracruzanos y de otras regiones del Estado en ayuno de disfrute de futbol de primera división. Ojalá, el gobierno del Estado promueva entre empresarios aliados la propuesta de incursionar en este deporte, bien manejado está probada su autosuficiencia y si la aplicación resulta mayor hasta llegarían a tener utilidades.