Por inseguridad, usuarios recurren a transferencias bancarias, acciones que fungen como medidas de precaución.
Dichos movimientos electrónicos sirven antes que acudir a instituciones bancarias a depositar o retirar dinero.
La afirmación se basa en las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en la última Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2019.
Usuarios recurren a transferencias bancarias
Además, afirma que los cajeros automáticos ubicados en la vía pública y los bancos son los lugares donde la población percibe mayor inseguridad.
Por ello, los veracruzanos prefieren prevenir ser víctimas de un asalto optando por la práctica de transferencias electrónicas.
Estas se pueden realizar a través de dispositivos móviles gracias a las aplicaciones con las que los mismos bancos cuentan para la mayor comodidad de sus usuarios.
Asimismo, hay ciudadanos que utilizan cada vez más las tarjetas de crédito o débito para pagar productos y servicios, con lo cual evitan cargar efectivo.
“Sólo retiro lo necesario y lo demás lo hago por transferencia, si es que tengo que pagar algo lo hago por medio de transferencia desde la aplicación… de retirar no paso de mil pesos”, comentó Christian.
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No obstante, otros ciudadanos, como Víctor Andrade, procuran acudir a las sucursales bancarias acompañados y estar atentos al momento de retirar dinero de los cajeros automáticos.
Ya que saben que hay personas que aprovechan los descuidos de los usuarios para asaltarlos.
“No, la verdad, con la situación que acaba de pasar hace poquito ya no me siento segura de ir al banco… yo siento que después de que lo pasó esa confianza (hacia el personal) se termina.
“Porque desafortunadamente pagamos justos por pecadores y ya lo que podemos hacer es usar el celular para retirar y esas cosas”, puntualizó Paola.
En la última semana se registraron al menos seis asaltos a cuentahabientes de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Entre los que destacó el robo de 76 mil pesos al cliente de un banco Santander, que culpó a las cajeras por presunta complicidad en el delito.