Durante la lectura:
El Zóhar es como una puerta a la verdadera realidad, que ahora está oculta para nuestros sentidos. Pero para lograr usar eficazmente la fuerza de revelación que se encuentra en su interior, debemos relacionarnos de forma correcta al estar dándole lectura.
Regla No.1: No busquen comprensión mental
El Libro del Zóhar no es un estudio intelectual, no se requiere ningún conocimiento previo. Busquemos un cambio interno y entrenarnos para descubrir y sentir la realidad espiritual
Regla No. 2: Interpreten correctamente las palabras
El Libro del Zóhar contiene muchos términos y descripciones que no hablan de este mundo, sino únicamente sobre lo que ocurre en nuestro interior. Vean el texto como un puente que conduce hacia nuestros deseos y atributos más profundos.
Regla No. 3: Busquen la Luz
A diferencia de nuestro mundo, en el mundo espiritual sólo opera la intención de amar y dar. Se nos ha dado un medio especial y su función en unir los mundos opuestos. Debemos desear que la fuerza que está en Él, obre sobre nosotros, durante la lectura.
Regla No. 4: Todo depende del deseo
Todo el sistema requerido para el avance ya fue preparado de antemano para nosotros. Lo único que debemos dar de nuestra parte, es nuestro deseo de crecer.
Regla No. 5: La unión es la llave
El Libro del Zóhar fue escrito por un grupo de diez cabalistas, los cuales constituyeron un “Kli” (vasija) completa, un deseo unificado para revelar la Fuerza Superior de la realidad-El Creador. El Zóhar nació desde el amor, por eso su reaparición en nuestros tiempos, solo será posible a través del amor.
Continúa texto Zóhar
- Todas sus palabras eran mentira. Había mentido incluso al principio de sus palabras, como está escrito: ¿Acaso Dios dijo ‘No comerán de ningún árbol del jardín’”? No es así porque está escrito: De todo árbol del jardín podrán comer”, así es que Él le permitió todo.
- Rabí Yosi dijo: “El Señor ordenó, con respecto a la idolatría, a las bendiciones del Creador, a los jueces, a derramar sangre y al incesto”. Pero ¿cuántos hombres había en el mundo para que el Creador necesitara advertirle? Todas esas siete Mitzvot se referían solo al árbol, el árbol del conocimiento, ya que todas esas Mitzvot se reúnen en él.
- Cualquiera que toma del árbol del conocimiento – únicamente de la Nukva, sin su esposo ZA – separa a ZA de Nukva. Se deduce que toma la impartición de ella a las multitudes de abajo en los BYA separados, en donde hay Klipot, que se aferran al árbol del conocimiento.
Mediante esto, toma sobre sí mismo las prohibiciones de la idolatría, del derramamiento de sangre y del incesto:
- Él viola con la idolatría a estos encargados a quienes les extiende la abundancia desde el árbol del conocimiento. Se deduce que está trabajando para los encargados, lo cual es idolatría.
- Él viola con el derramamiento de sangre porque el poder del derramamiento depende de ese árbol, ya que está en el lado izquierdo, Guevurá. A través de esto, SAM, el ministro de Esaú fue designado.
- Él viola con el incesto porque el árbol del conocimiento es una mujer. Se le llama “una mujer” Nukva de ZA y está prohibido invitar a una mujer sola, como no sea junto con su esposo, para que él no tenga sospechas de incesto. El árbol del conocimiento es que él tomó a la Nukva sola, sin su esposo.
Por esta razón, en todas las siete Mitzvot, se le ordenó con la prohibición de ese árbol, el árbol del conocimiento. Cuando comió de él, las violó todas ellas porque todas están aferradas a él.
- Rabí Yehuda dijo: “Ciertamente en este asunto, la prohibición del árbol del conocimiento es así, ya que está prohibido estar solo con una mujer a menos que su esposo la acompañe”. ¿Qué hizo ese malvado, SAM? Dijo: “Pero yo he tocado ese árbol y no he muerto. También tu acércate y tócalo con tu mano y no morirás”. Agregó esto por sí mismo, pues tocar no estaba prohibido, sino comer.
- En seguida, luego de que tocó el árbol del conocimiento, está escrito: La mujer vio que era bueno”. Rabí Yehuda dijo: “Ese árbol exhalaba aromas, como está escrito: “Como el olor del campo que el Señor ha bendecido”. Y como el aroma subía desde él, ella deseaba comer de él”. Rabí Yosi dijo: “El verlo fue lo que inspiró su deseo por comer del árbol del conocimiento y no así el aroma, ya que está escrito: “Y la mujer vio”. Rabí Yehuda le dijo: “Pero luego del pecado está escrito: “Fueron abiertos los ojos de ambos”. Por lo tanto, ella no obtuvo la visión sino hasta después de comer. Pero antes de comer había obtenido solo oler.
Rabí Yosi le dijo: “Esa visión previa a comer, era en la medida del árbol, una luz femenina, y la visión le trajo a ella el deseo. Pero la visión que obtuvo después de comer era en gran medida respecto al árbol. Es debido a esto que está escrito: “fueron abiertos los ojos de ambos”, como está escrito: “Y la mujer vio”. Las palabras: “la mujer”, son precisas, mostrando que la visión estaba en la luz femenina”.
- “Y vio la mujer que era bueno”. Está escrito: “…y tomó de su fruto”. Vio y no vio que el árbol era bueno. Vio que el árbol era bueno, pero no se estableció en ella, ya que está escrito: “… y tomó de su fruto”, y no está escrito: “Y tomó de él”, del árbol, ya que no pudo establecer en su mente que él árbol era bueno.
Al tomar del fruto y no del árbol, ella se apegó al sitio de la muerte y causó la muerte al mundo entero, separando a la vida de la muerte, porque a Yesod, unido a la Nukva, se le llama “que da frutos”, y la Nukva es llamada “fruto”. Cuando la Nukva está sola, sin Yesod, es la muerte. Y cuando tomó del fruto y no del árbol, se revela que ella se apegó al lugar de la muerte y separó a Yesod, que es la vida, de Nukva, que es la muerte, cuando ella está separada de Yesod.
Este pecado causó la separación de Nukva de su esposo, ZA, ya que la voz, ZA, y la palabra, Nukva, nunca se separan, y el que separa la voz de la palabra – ZA y Nukva – queda mudo y no puede hablar. Y cuando se toma de él la palabra, se le entrega al polvo. Es debido a esto que se dijo: “Y al polvo volverás”.
- “Enmudecí en silencio; me callé acerca del bien”, dijo la Congregación de Israel, que es Nukva de ZA, durante el exilio. Esto es así porque la voz, ZA, dirige a la palabra, la Nukva. Y ya que ella está en el exilio, la voz está separada de ella, y la palabra – Nukva – no se escucha. Es por esto que Nukva dijo: “Enmudecí en silencio”, ya que “me callé acerca del bien”, es decir de ZA, que es el “bien” y que es la voz. Resulta que la voz no marcha con ella.
En ese momento Israel dice: “Hacia Ti el silencio es la alabanza”. “Silencio” es la alabanza de
David, ya que Nukva es llamada “alabanza”, cuando está en Gadlut. Ella permanece en silencio en el exilio, ha enmudecido, no emite sonido: “Hacia Ti”, Israel le dice a ZA, hacia Ti ella está silenciosa y muda, ya que la voz, ZA, se ha apartado de ella.
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