Los cuerpos de Óscar Martínez y su hija Valeria, migrantes ahogados en el río Bravo tras intentar llegar a Estados Unidos, fueron sepultados este lunes en su natal El Salvador, en una ceremonia privada en el municipio de San Salvador.
Los féretros fueron llevados de las instalaciones de una funeraria municipal al cementerio público La Bermeja, con el que comparte terreno, en un vehículo y sin que se permitiera el acceso a la prensa a ninguno de los dos sitios.
La funeraria y el cementerio eran custodiados por miembros del Cuerpo de Agentes Metropolitanos de San Salvador.
Decenas de vecinos y amigos de la localidad de San Martín (centro), sitio del que eran originarias las víctimas, llegaron en autobuses para acompañar a la familia en el entierro.
La ceremonia de inhumación de Óscar y Valeria, cuya tragedia ha consternado a la comunidad internacional tras la divulgación de una fotografía en la que se ven flotando en las aguas del río Bravo del lado mexicano, comenzó pasadas las 10:00 horas locales.
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El alcalde de San Martín, Victor Manuel Rivera, confirmó a la prensa la inhumación de los restos y relató que la esposa de Óscar y madre de Valeria, Tania Vanessa Ávalos, agradeció “a las personas que les han dado el apoyo”.
Los restos de padre e hija llegaron la mañana de este sábado a El Salvador por carretera, después de partir el jueves del municipio de Matamoros, Tamaulipas, en México, junto con Ávalos.