El grupo terrorista Estado Islámico realizó unas de las ejecuciones más escalofriantes en la historia al hacer explotar a un soldado sirio al que usó como misil humano y exhibió.
Sobre el hecho han comenzado a circular imágenes, en la que se observa al militar atado con cuerdas a largas tablas de madera que mantenía su cuerpo recto y lo arrojaron cabeza desde una gran altura, explotando al impactar contra el suelo.
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En el casco le colocaron un explosivo con un fusible de contacto para activar el dispositivo cuando su cabeza tocara el suelo.
El hombre, que convirtieron en bomba humana, fue arrojado desde un edificio en territorio controlado por el Estado Islámico (ISIS, por su siglas en inglés) en la zona de Yarmuk, en Siria.
El hecho es en venganza por los ataques aéreos de las fuerzas armadas sirias y rusas sobre las posiciones de ISIS.
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