Por: Manuel Lucio/Retratista
Ella habla así, ella es así, con gran resiliencia y capacidad de amar, de agradecer y disfrutar su nuevo entorno… Es difícil escribir de uno mismo, eso implica tener tiempo y ¿quién tiene ese privilegio? Tiempo para poder observar y auto conocerte. Justo el día de hoy escuchaba por la mañana una conferencia de una psiquiatra que decía: “La percepción que tenemos de uno mismo, tan solo es el cúmulo de opiniones que hemos recolectado de los demás desde nuestra infancia hasta el día de hoy”.
“Si nos preguntaran ¿cómo eres?, ¿quién eres?, mis maestros decían que soy “xxxxx”, mis amigos decían que soy “xxxx”, mis padres, mis parejas, mis hijos… y en realidad de todas esas opiniones ¿quién soy realmente? Si soy sincera aun no lo sé bien, pero estoy en el proceso de descubrirlo. A raíz de la pandemia, nuestras vidas cambiaron radicalmente, la vida se detuvo por un largo periodo; aquel movimiento que llevaba su propio ritmo, y solo nos hacía actuar por inercia, un día se detuvo, ahí fue donde todo cambio, el trabajo que me tenía tan ocupada casi sin poder vivir, inclusive sin poder dormir, ni comer, ya que me dedico a hacer eventos de gobierno y corporativos o me dedicaba ya no lo sé ¡se suspendió totalmente. La salud, en mi caso se vio afectada, curiosamente descansar y estar sin estrés me hizo daño, quisiera que alguien me lo pudiera explicar, ya que no le encuentro razonamiento lógico; la sociedad, ese fue un rubro no menos importante, el alejamiento de nuestros seres queridos, increíble, pasaron meses, años que dejé de ver a mi familia, amigos y algunos que aún no los he vuelto a ver, que la relación de apego y amistad sufrió tal desgaste que a la fecha ha sido imposible de recuperar; la economía fue un tema difícil para todos, cerrar mi negocio por total, tan solo almacenar el equipo y ver como cada día se empolvaba, pero ver cómo los ahorros se iban haciendo menos y con ellos el temor a quedarse sin el recurso mínimo para poder mantenerte y a tus seres queridos, eso fue de lo más difícil que he vivido, saber trabajar, saber ganar dinero y no poder hacerlo; creo que esto fue un tema que hizo que me detuviera, no todo fue malo, el crecimiento interno que hubo en mí, el replantearme el futuro, la vida, el cómo la vivía y lo apresurada que estaba con una agenda a seguir, que no me daba tiempo de disfrutar porque mi mente estaba en el siguiente plan, la siguiente cita, no estaba en el momento. Ahora es diferente, algo cambio, si me vieran, mi yo de antes de la pandemia y mi yo de ahora, migré de la CDMX a vivir en un pueblito hermoso, donde cada día me levanto sin prisa, tomo un café en la terraza viendo un pequeño bosque rodeado de miles de insectos, bichos con los que aprendí a convivir e increíblemente no me atacan, porque los respeto. ¿Quién me viera?, cuando antes no me bajaba de unos tacones, de por lo menos 13cms. de altura, perfectamente peinada, amante de los vestidos y las bolsas, qué decir de las joyas y demás. No digo que no me sigan gustando, es solo que ahora vivo una vida tranquila y estoy disfrutando cada día con más tiempo y aprendiendo lo básico que había olvidado al ir creciendo, tanto en edad como en trabajo y economía, cosas tan simples como ¿Qué color me gusta?, ¿que no me gusta platicar?, ¿que si me gusta?…