La Chivas de Guadalajara dieron un primer paso al título de la Liga de Campeones de la Concacaf al vencer esta noche a domicilio por 1-2 al Toronto FC en el partido de ida de la final del torneo de clubes más importante de la región.
Los delanteros Rodolfo Pizarro al minuto 2 y Alan Pulido a los 72 fueron los autores de los goles de las Chivas, que estuvieron siempre en control del marcador y del juego, aunque a los 19 el centrocampista hispano Jonathan Osorio consiguió el del honor del Toronto FC.
Esta vez el equipo canadiense, que había sido verdugo de mexicanos -Tigres de UANL en cuartos de final y las Águilas del América en semifinales- se encontró con un rival serio en defensa, ordenado y muy disciplinado en el centro del campo.
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Ante el esquema técnico presentado por el entrenador argentino de los Chivas, Matías Almeyda, de un 4-4-1-1, los hombres del medio campo del Toronto FC, encabezados por Michawl Bradley, y el ataque con el italiano Sebastián Giovinco y el estadounidense Jozy Altidore, nunca pudieron hacer su mejor fútbol y aquí comenzó a asegurarse la importante victoria del equipo mexicano.
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Además, el haber conseguido el gol con apenas dos minutos de haberse iniciado las acciones fue lo mejor que le pudo pasar a las Chivas que se sintieron seguras de haber logrado ya el gol que querían conseguir para volver a Guadalajara con la ventaja en el caso de empatar luego en su campo.
Como se esperaba, el Toronto FC se volcó en busca del gol del empate, que llegó al minuto 19 por mediación de Osorio que completó una buena combinación de Jozy Altidore y el también hispano Marco Delgado.
Pero el gol no rompió para nada el esquema de juego de las Chivas, que aguantaron bien atrás y también se mantuvieron con acciones de contraataque para irse al descanso con el empate en el marcador.
Ese fue otro de los éxitos de Chivas, que siguió sin tener ninguna presión en el juego, aunque el balón, la mayor parte del tiempo, estaba en poder del Toronto, pero sin que sus hombres más peligrosos, Altidore y Giovinco, al final pudiesen ser factor determinante en el partido.
Cuando más dominio tenía el Toronto, que buscaba el gol de la victoria, de nuevo surgió la figura de Pulido, que con un espectacular tiro libre sorprendió al portero del Toronto, Alex Bono, que solo pudo ver como entraba el balón en su marco.
