Confianza en Zach Wilson.
Emociones Compartidas. Carlos López Gutiérrez de Velasco.
Con el desgarro completo del tendón de Aquiles de Aaron Rodgers, los Jets de New York se han quedado sin el cuatro veces Jugador Más Valioso de la NFL por lo que resta de la temporada 2023 y tiene severas responsabilidades para componer su departamento de quarterbacks en el plantel.
La primera tarea es firmar, mediante trade o en Agencia Libre, otro mariscal de campo, dado que en estos momentos el único en disponibilidad dentro de la franquicia neoyorquina es el joven Zach Wilson. Hay algunos experimentados que pueden encontrar sin contrato, pero las opciones más favorables son Carson Wentz, Matt Ryan o el conocido Joe Flacco.
Con el gran trabajo de coacheo que está sucediendo en New York y lo compenetrado que se ve el equipo, Cam Newton no debería ser opción. Por más que en su momento haya sido el talento más importante de su generación, va a llegar a romper la armonía con su personalidad problemática y lo visto en sus últimas temporadas no respalda el riesgo.
La obligación por sumar otro quarterback a la plantilla es por razones obvias, no hay forma de encarar la temporada sólo con Zach, pero, sin importar a quien traigan, yo le daría el voto de confianza a Wilson.
No hay opciones en el mercado realmente accesibles para Jets que sean mejores que Zach Wilson. Estoy convencido de que el mal nivel que se le ha visto es por un tema mental y psicológico. Se vio en el pase de anotación que conectó con Garrett Wilson el pasado lunes, cuando llegaron sus compañeros a darle apoyo y respaldarlo, mostrando el buen ánimo que hay en el equipo, pero también lo mal que la ha pasado Zach ante las constantes críticas.
No hay forma de ir por un quarterback estelar sin afectar al resto del equipo. Además, Aaron Rodgers seguirá percibiendo un salario garantizado de 75 millones de dólares que corresponden a la relación contractual de dos años y debería regresar para la temporada siguiente. No es nada estratégico buscar a alguien de mayor peso, al menos hasta que se resuelva la situación de “A-Rod”.
Zach Wilson no es un espectacular mariscal de campo, pero es alguien que bien coacheado por Nathaniel Hackett y orientado por el mismo Aaron Rodgers, puede dar un buen trabajo. Se vio en sus primeras temporadas con The Gang Green, ha dado muy buenos partidos, contra los Titans de Tennessee en 2021 fue impresionante (lanzó casi 300 yardas y se cargó al equipo para llevarse la victoria contra un rival muy complicado), pero es un hecho que la presión ha afectado severamente lo que puede dar. Insisto, yo le daría una última oportunidad a Zach.
Más porque ahora tiene realmente un equipo que lo va a arropar. Por tierra están Breece Hall y Dalvin Cook, dos de los mejores corredores de la NFL; por aire está Garrett, el Rookie Ofensivo del Año en 2022, y también Allan Lazard y Randall Cobb, receptores muy por encima de lo decente; y la línea ofensiva poco a poco empieza a cumplir con lo que debe. El equipo defensivo está excelentemente bien trabajado y con líderes en cada sector como son Sauce Gardner, C.J. Mosley y Quinnen Williams, hará que Zach Wilson no tenga que producir tantos puntos para sacar los juegos.
Zach, de 24 años, tiene que encarar esta temporada como el titular de los Jets. No hay más. Pero deben darle confianza para que retome seguridad y llegue a su mejor nivel. También, él debe saber que es su Hail Mary: su última oportunidad para darle la vuelta a lo que hasta ahora ha sido un decepcionante inicio de carrera profesional en la NFL.
Que sea todo lo que alguna vez los Jets pensaron que iba a ser cuando fue la segunda selección general del Draft del 2021. Ya derrotó al magnífico Josh Allen en el duelo de la semana 1 y yo tengo bien claro que el cuadro que gana repite.
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