“Mala suerte, buena suerte” es una película muy difícil de digerir por la problemática tan intensa que presenta; es un carrusel de emociones que va desde lo complicado hasta lo angustiante, y uno como espectador lo siente gracias a la poderosa actuación de Andrea Riseboroughb, la cual le permitió una nominación al Oscar en su papel de una mujer fracturada, destruida, deprimida y sumergida en excesos que dañan por completo su alrededor, en especial a su hijo, aquel al que abandonó.
Esta cinta de drama basada en hechos reales, y dirigida por Michael Morris, sigue la historia de Leslie, una mujer alcohólica y manipuladora de Texas, quien seis años atrás se convirtió en una celebridad cuando ganó 190 mil dólares en una lotería local, pero terminó despilfarrando las ganancias en drogas y alcohol. En la actualidad, Leslie vive en la indigencia, a veces en moteles y en las calles, pero después de ser expulsada de un motel residencial, decide reunirse con James, su hijo de veinte años, quien le permite vivir con él bajo la condición de que no beba. Pero la mujer es incapaz de cumplir su promesa y pronto está robando dinero, botellas de alcohol y lo que sea que encuentre para su beneficio. Cuando su vida toca fondo, la presencia de un extraño le hará revalorar las cosas y tratar de reconstruir su vida.
Este es un viaje madre e hijo desde una perspectiva muy complicada, en donde sentimos cómo un frío intenso recorre nuestro cuerpo desde los primeros minutos al siempre estar al borde de un precipicio emocional debido a todo lo malo que vive Leslie, una mujer que tiene todo su mundo de cabeza por culpa de ella misma y donde cada día pareciera que las cosas empeoran, ya que no muestra una señal de mejoría, llevándola a la soledad y a no percatarse que existen personas que la quieren ayudar.
Ahí es donde me queda claro que en la vida existen ángeles guardianes que de la nada llegan para salvarnos de aquellos momentos complicados, y eso es algo que tiene la protagonista, la cual pese al daño tan grande que se hizo, aún existe un dejo de esperanza para darle segundas oportunidades en la vida tan destructiva que lleva.
Sin lugar a dudas una película que brinda excelentes interpretaciones por parte de cada uno de los actores que dejan en alma, una necesidad enorme por querer abrazar a la protagonista y hacerle entender que es alguien que vale la pena y que podría mejorar si decide poner un alto a los excesos, porque aún hay tiempo de retomar la vida.